La planeación es un término generalmente utilizado en los ambientes técnicos y no escapa ni a los equipos de trabajo ni a nosotros mismos.
Sin tener objetivos, sin generar estrategias, ¿a dónde podemos llegar? Estas afirmaciones parecen my obvias, triviales, difíciles de contradecir pero de la teoría a la práctica hay un largo camino.
Lo urgente muchas veces destruye a lo importante y así son los resultados. La planificación requiere tiempo, tranquilidad, inteligencia aplicada, visión, ¿lo hacemos?. Esta pregunta puede ser realizada tanto para integrantes de equipos, coordinadores, directivos y para cualquier ser humano.
¿Nos planteamos objetivos de vida?
¿Nos tomamos nuestro tiempo de tranquilidad para reflexionar sobre nosotros mismos?
¿Nos imaginamos cómo queremos estar de aquí a cinco años?
¿Qué estrategias estamos aplicando para lograr estas aspiraciones?
Es más fácil observar estas falencias en los ámbitos empresariales, técnicos o profesionales que en nosotros mismos. Para los ámbitos técnicos decimos que sin planificación los resultados solo se obtendrán por casualidad. Y si focalizamos en variables de desarrollo humano dejamos la reflexión: ¿Vivimos la vida o la vida nos vive?
