Ya escribimos sobre tres variables diferenciales entre equipos y grupos: autonomía, complementariedad y cohesión.
Focalicemos en un caso en donde con seguridad todos somos parte, “el grupo de amig@s”. No vamos a profundizar en lo etimológico de la palabra, utilicemos la definición que consideremos, amigos, amigas, cercanos, lejanos, lo que uds. quieran. Algunos consideran amigos a los conocidos y otros no, no importa, lo que si importa es que focalicemos en el “grupo de amig@s” que se nos viene a la cabeza cuando hacemos mención a él. ¿Cuántas veces ese grupo a necesitado una coordinación? Nunca. Todos y todas confluyendo en actividades, compartiendo buenos y malos momentos apoyándose sin otro interés que mantener la amistad con sus liderazgos y timideces pero jamás con a alguien que dirigiera estas iniciativas.
En cambio un equipo sin coordinación no es un equipo. También podemos identificarlo como, líder, articulador, gerente, DT, jerarca, lo que uds. consideren según sus experiencias. Un equipo requiere indefectiblemente de un referente, una coordinación, alguien que jeráquicamente tenga la responsabilidad principal de saber guiar al mismo.
El equipo será a imagen y semejanza de su líder y sobre él deben caer las responsabilidades de sus resultados.