¿Cuántas veces nos han respondido con un “no tuve tiempo”? ¿Cuántas veces hemos respondido con un “no tuve tiempo” a un compromiso que habíamos asumido? ¿Cuántas veces nos hemos convencido de que no podemos porque “no tenemos tiempo”?

Probablemente muchas. ¿Será esto cierto?

El tema de la “administración efectiva del tiempo” está estudiado en profundidad por varios autores regalándonos metodologías muy precisas para utilizar el tiempo de forma productiva.

¿Cómo podemos necesitar más tiempo si tenemos todo el tiempo?

Dependiendo del lado que nos interese el tema tendremos diferentes opiniones. Todo director empresarial aspira a que sus empleados en el horario laboral utilicen el tiempo en forma efectiva. Es una de sus preocupaciones. Varios nos han solicitado que sea un tema de prioridad en las capacitaciones. Para estos casos la Matriz de Stephen R. Covey es muy interesante. Analiza nuestras actividades en cuadrantes que determinan lo urgente y lo no urgente relacionado con lo importante y lo no importante. Es una buena herramienta, pero no es el caso que deseamos profundizar ahora.

Este mismo análisis podemos transferirlo a nuestra vida cotidiana, para nuestras necesidades personales. ¿Estamos utilizando nuestro tiempo en lo que verdaderamente nos interesa?

Es posible que muy pocas veces o nunca, nos hayamos hecho esta pregunta.

¿Qué estamos haciendo con nuestro tiempo?

La respuesta es muy simple. Estamos haciendo lo que “priorizamos hacer”, consciente o inconscientemente.

Tenemos todo el tiempo y lo utilizamos como decidimos ya que, en caso de hacer otra cosa, las consecuencias serían negativas si las comparamos con las que hacemos. Por lo tanto, lo que hacemos está íntimamente relacionado con nuestras “prioridades”. El tema está que culturalmente estamos acostumbrados a creer que expresar que “no tenemos tiempo” es un justificativo aceptado a la hora de haber incumplido algún compromiso asumido con otra persona o con nosotros. Creemos que logramos engañar al otro o a nosotros mismos cuando en realidad estamos “eligiendo” hacer otra cosa.

Por lo tanto:

“Si utilizamos el tiempo en base a nuestras prioridades, expresar que  “no tengo tiempo” es una contundente excusa”.

Pin It on Pinterest