Como mencionamos en nuestro artículo anterior, esta frase es más poderosa de lo que podemos imaginar a primera impresión. Tan es así que, sobre esta misma expresión realizaremos otra reflexión implícita que complementa lo que ya expusimos.

Sintéticamente, uno de los contenidos refleja la necesidad de corroborar que nuestro mensaje haya llegado al destinatario. Esto mencionamos en nuestro anterior artículo, y sobre la base de que somos especialistas en no hacernos cargo de los errores cometidos, probablemente sigamos cometiendo los mismos errores llegando a los mismos resultados. Ver https://equiposdetrabajo.com.uy/comunicacion-no-es-lo-que-sale-es-lo-que-llega/

Ahora, cuando realizamos una comunicación de la índole que sea, ¿Estamos seguros que estamos trasmitiendo lo que realmente queremos trasmitir?

Hay personas que tienen más facilidad que otras al comunicarse. De cualquier manera, esta reflexión sirve tanto para quienes tienen esa facilidad y como para los que no la tienen.

¿Cuál es la forma de darnos cuenta que hemos realizado una comunicación correcta o una incorrecta? En otras palabras, ¿Lo que salió es lo que llegó?

Es muy simple, EL RESULTADO QUE OBTENEMOS.

Si pretendemos elogiar a alguien y nos agradece, hemos realizado una comunicación correcta. Si pretendemos agredir a alguien y se enoja hemos realizado una comunicación correcta. Si queremos explicar una situación y no nos la entienden, estamos equivocando la forma. Y así podríamos seguir ejemplificando.

En algunos talleres nos cuestionan:

Y si le trasmitimos a alguien que realice alguna tarea y no la realiza. Nosotros la comunicamos correctamente en tiempo y forma pero no se realiza. ¿Porqué no puede ser que la otra persona sea la que se equivoca?

La respuesta a esto es: si pensamos que la otra persona se equivoca, continuaremos trasmitiéndole nuestras comunicaciones de la misma forma y por tal obtendremos los mismos resultados. Tal vez, para esa persona tengamos que encontrar una forma diferente de comunicación. Si modificamos nuestra forma de comunicarnos y seguimos con el mismo problema, tendremos que tomar una decisión al respecto en base a los resultados que se están obteniendo del rendimiento de esa persona.

En definitiva, generalmente creemos que estamos alineados entre lo que pretendemos decir y lo que decimos y no siempre es así. Chequear con los resultados que obtenemos es la mejor forma de corroborar nuestra correcta comunicación.

 “COMUNICACIÓN NO ES LO QUE SALE, ES LO QUE LLEGA”

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